Ningún producto
A menudo se dice que es necesario "respetar la cadena de frío". Pero, ¿qué significa esto?
La cadena de frío es simplemente la conservación de productos alimentarios en temperaturas frías. En el caso de tener que mantenerlos refrigerados, se deben conservar en una temperatura positiva, y en el caso de tener que mantenerlos congelados, se deben conservar en una temperatura negativa. Por supuesto, debemos respetar las normas vigentes para mantener la calidad de estos alimentos, así como para prevenir la proliferación de microorganismos y así evitar la intoxicación alimentaria.
El frío se utiliza para la conservación de alimentos porque limita o incluso frena el desarrollo de estos microorganismos.
Todos los profesionales del sector alimentario deben respetar la legislación sobre las temperaturas de conservación para mantener la cadena de frío en los niveles adecuados de fabricación, almacenamiento, transporte y distribución de los productos.
La ruptura de la cadena de frío ocurre cuando la temperatura se eleva hasta sobrepasar la temperatura de referencia para la conservación de un alimento. Como consecuencia, ocurre una aceleración del crecimiento microbiano y la proliferación de algunos gérmenes (salmonella, staphylococcus aureus, listeria monocytogenes, etc.). Esto acorta la vida útil de los alimentos y los vuelve inadecuados para el consumo.
Importante: si la cadena de frío se rompe, la fecha de conservación indicada en el envase ya no es válida.
La principal consecuencia de la ruptura de la cadena de frío para el consumidor es la intoxicación alimentaria. Si bien la mayoría de las Intoxicaciones alimentarias son benignas, algunos microbios causan enfermedades graves como la listeriosis que puede ser mortal para personas vulnerables (niños, mujeres embarazadas y/o ancianos).
El mayor riesgo de ruptura de la cadena de frío es durante el transporte. Por lo tanto, es muy importante equiparse bien para mantener la temperatura adecuada de todos los alimentos. Las bolsas isotérmicas son aliados preciosos para ir de compras pero, contrario a lo que uno piensa, no sólo se deben poner los alimentos congelados en ella, sino también los alimentos refrigerados (yogures, quesos, etc.), ya que pueden sufrir una alteración de temperatura.
Por último, es recomendable ser lo más rápido posible entre el momento de sacar los alimentos congelados para meterlos en el carrito, la espera en la fila para pagar y el camino de vuelta a la casa. Lo primero que se debe hacer al volver a casa es meter los alimentos fríos y congelados en el refrigerador o congelador.
Importante: ¡Nunca congele un alimento que ya se ha descongelado una primera vez!
La legislación es la que fija la temperatura de conservación para los alimentos perecederos. En esta tabla encontrará las temperaturas de conservación indicativas para las diferentes categorías de alimentos:
Tipo de alimentos | Temperaturas de conservación |
Peces, crustáceos y moluscos cocidos, carnes cocidas, productos en proceso de descongelación, productos fríos ya abiertos, alimentos cocidos por adelantado en casa, etc. | 0°C + 4ºC |
Carnes crudas, pescados crudos, embutidos, pastelerías con crema, productos fríos hechos de leche cruda, cortes de quesos, etc. | + 4°C máximo |
Frutas y vegetales listos para su uso | + 4°C |
Productos lácteos frescos, huevos, postres a base de leche, mantequilla y grasas, etc. | + 6°C a + 8°C |
Todo alimento congelado | -12°C |
Cualquier alimento congelado: hielo, helados y sorbetes | -18°C |
Importante: se deben respetar las temperaturas máximas indicadas en las etiquetas de los alimentos envasados, ya que el fabricante establece la fecha límite de consumo teniendo en cuenta esta temperatura.
Para asegurar una buena conservación de los alimentos, siga estos consejos: